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El 7 de junio de 1.967, se inaugura KRESALA, como Centro Cultural que conforma una plataforma de convivencia, diálogo y compromiso, dando respuesta a una sociedad cambiante.
Respuesta a una juventud que empieza a sacudirse ataduras dictatoriales y que perfila un horizonte de cambio, rompiendo ligaduras sociales, políticas, familiares, religiosas..., que dan paso a una nueva situación de dinámica entrega a compromisos más personales, en una diferente concepción de la sociedad y en un resurgimiento como pueblo vasco y euskaldun.
Se constituye como foro de encuentro y diálogo de distintas concepciones filosóficas, donde adultos y jóvenes se formen en libertad, respetando las diversas opciones de planteamientos personales.
KRESALA es fruto del tesón de Jesús Aldanondo, sacerdote, rompedor de estructuras asociacionales cristianas, fogoso defensor de nuevos caminos para afrontar la época de un franquismo que se tambalea, en una sociedad que renace hacia un futuro esperanzador.
Una molesta posición para el régimen político reinante, que piensa que la dinamita o la goma dos puede terminar con KRESALA, “nido de separatistas y revolucionarios”. Fueron tres las veces que nos visitaron: las dos primeras fueron pequeños avisos. La tercera explosión, el 11 de agosto de 1.973, dejó el bajo convertido en escombros. Esto fue lo que publicó el diario de la tarde “Unidad”, al pie de dos fotografías que reflejaban el estado en que quedaron los locales:
“ATENTADO A KRESALA. A las cuatro de la madrugada de hoy en la Sociedad Cultural Recreativa KRESALA, sita en la calle Euskal Erria, han hecho explosión dos petardos cuya composición y procedencia se desconocen todavía. A causa de ello, ha habido que lamentar el destrozo de todo el lavabo, en la parte baja del local, así como de otros destrozos en la secretaría, cocina y escalera, que se han visto afectadas, y la rotura de muchos cristales por la onda expansiva de la explosión.
Al producirse la explosión a horas de tan señalada inactividad ciudadana, hizo congregar en la calle a muchos alarmados vecinos. Es la tercera vez que la Sociedad KRESALA, que se dedica a actividades religioso-culturales, tales como conferencias, proyección de películas, etc. y cuyo local pertenece a la Parroquia de San Vicente, que lo cedió a la citada sociedad bajo tales condicionamientos religiosos-culturales, sufre un atentado de este tipo.”
En los primeros años, antes de la década de los 70, respondiendo a la gran sed de saber, opinar, ir a la contra…, las conferencias y mesas redondas se multiplican en KRESALA, a pesar del férreo cedazo que imponía el Gobierno oficial (Delegación del Ministerio de Información y Turismo y Gobierno Civil).
Como botones de muestra, señalamos que el señor Peces Barba fue detenido en el aeropuerto de Bilbao cuando venía a dar una conferencia a KRESALA; el 21 de julio de 1.967 tuvieron que suspenderse la sesión de cine y los festivales programados, a la vista de las “normas establecidas” por el Gobierno.
El 29 de diciembre del mismo año, se da una conferencia bajo el título de “La promoción de la mujer”, que es objeto de una “llamada al orden” por parte gubernamental.
A pesar de esta situación, se recuerdan mesas redondas sobre “El aborto”, “La objeción de conciencia”, a la que asistió un valenciano, como primer objetor detenido; “La mujer en la sociedad”, que colapsó totalmente el local; “La No violencia”, en la que intervino el máximo dirigente de la Comunidad de Lanza de Basto. Se recuerda especialmente, la que participó el sacerdote catalán y senador en el Senado de Madrid Luis María Xirinacs, después de una concurrida rueda de prensa.
Conferencias sobre economía, ciclos sobre enfermedades, en los que tomaron parte prestigiosos profesionales de la medicina…
Durante varios años se celebraron sendas “Quincenas culturales”. Fue creada una Comisión de Cultura Vasca, que tuvo especial dedicación a los más pequeños, y constituyó, de alguna manera, un avance de lo que, pasado el tiempo, serían los euskaltegis.
Música coral, dantza, fotografía, cine, exposiciones de pintura, disco-forum, montaña…, fueron, además, actividades realizadas en este período de frenético cambio generacional, social, político y religioso.
En el campo deportivo se mantuvieron equipos en competiciones provinciales de hockey, balonmano y baloncesto, cuyo equipo femenino obtuvo el campeonato de Gipuzkoa de 1.968. Equipo de tenis de mesa, siendo uno de sus componentes, campeón individual de Guipúzcoa. Cross y pelota completan este apartado deportivo, señalando que un proyecto de trainera fue abortado a causa de un sabotaje a la embarcación. De todas formas, KRESALA no se ha destacado especialmente a lo largo de su historia por su participación en acontecimientos deportivos. Sus derroteros se han encaminado hacia los ámbitos cultural, folklórico, popular, infantil, etc.
En el campo político, como sociedad viva y enraizada en el pueblo, participamos como plataforma de conocimiento y estudio de las diferentes propuestas políticas y sindicales, manteniendo siempre una independencia ideológica como KRESALA, que no significa inhibición, lo que ha provocado quebraderos de cabeza a más de un presidente, al tener que personarse en organismos oficiales para dar cuenta sobre actos organizados o manifiestos firmados.
Hacia el año 1.975, se organizó una “clandestina” presentación de partidos políticos, con publicidad “boca a boca”: pasaron todos los partidos políticos y sindicatos existentes en aquel momento: nacionalistas, moderados, radicales …, de Euskal Herria y estatales, exponiendo sus proyectos, que fueron estudiados más profundamente por grupos que se formaron a tal efecto.
Para atender a la problemática específica infantil y juvenil, se acoge en el seno de KRESALA, a la asociación juvenil “EL SUBMARINO”, que se había fundado por la parroquia de San Vicente, hacia el año 1958, y cuyo nombre se asocia a su ubicación física en sendos sótanos, durante sus dos primeras etapas.
KRESALA se constituye como sociedad abierta y nuestros locales están a disposición de organizaciones o entidades que los necesiten.
Montaña, Dantza Taldea, Cine Club, Camping y Caravaning, Iñude eta Artzaiak, Jaiotza y Coros de Santa Ageda, Caldereros, Carnavales, Foros culturales, forman el abanico de actividades que se han realizado y se realizan en la vida de KRESALA y que, con entidad propia, se desarrollan aparte e forma individualizada.
Especial mención se merece la participación de KRESALA en el desarrollo de las fiestas patronales de San Sebastián, a través de la tamborrada.
KRESALA, como sociedad mixta, plantea la participación plena de la mujer en igualdad al hombre, y la lleva a cabo en 1.980, lo que supone un total rompimiento con la tradición, y se organiza una cruda controversia a nivel de Ciudad: a pesar de los pesares, y con miedo a que pudieran producirse agresiones con las que fuimos amenazados, la tamborrada de KRESALA es la primera en la que participa la mujer como protagonista.
Y como momento importante, dentro de nuestra pequeña historia, figura en un lugar de honor, la concesión por el Ayuntamiento de la “MEDALLA AL MERITO CIUDADANO” del año, como reconocimiento a la labor desplegada por KRESALA a través de su existencia.